Todo sucedió en un lluvioso y lánguido día de otoño. Elisa y Emilio pasaban la tarde juntos en su casa plácidamente leyendo y escuchando música mientras se hacia de noche. Todo discurría con una sosegada normalidad hasta que... Elisa hizo una pregunta:
Diana: ¿Que harías si me muriese?
Emilio: Te guardaría luto.
Diana: ¿Durante mucho tiempo?
Emilio: Muchísimo tiempo!
Diana: ¿Por qué?
Emilio: (serio) Porque te quiero y tu perdida seria dolorosa para mi. ¿Por qué?
Diana: (con una sonrisa). Que bonito. ¿Volverías a casarte?
Emilio: No
Diana: (con expresión dolida) ¿Por que no? ¿No te gusta estar casado?
Emilio: Si que me gusta
Diana: ¿Entonces te volverías a casar?
Emilio: (carraspea) Creo que después de haberte guardado luto durante el tiempo suficiente y mi vida volviese a tener sentido, si.
Diana: ¿También dormirías con ella en nuestra cama?
Emilio: Es lógico, no?
Diana: ¿Reemplazarías mi foto por la de ella en la mesilla de noche?
Emilio: Pondría las dos fotos.
Diana: ¿También tendrías sexo con ella? ?En nuestra cama?
Emilio: (bebiendo un sorbo de café) Seguramente llegaríamos a eso. Si.
Diana: ¿Jugarías también al golf con ella?
Emilio: Si, lo haría
Diana: ¿Le darías mis palos?
Emilio: No, es zurda.
Diana: ¿¿¿Como???
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar